OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

IDEOLOG�A Y POLITICA

 

LA NUEVA CRUZADA PRO-IND�GENA[1]

 

Acaba de nacer en el Cuzco una asociaci�n de trabajadores intelectuales y manuales -pro�fesores, escritores, artistas, profesionales, obre�ros, campesinos-que se propone realizar una gran cruzada por el indio. Se llama Grupo Resurgimiento. Figuran en el elenco de sus funda�dores los hombres representativos del indigenis�mo cuzque�o: Luis E. Valc�rcel, J. Uriel Garc�a, Luis F. Paredes, Casiano Rado, Roberto la Torre, etc. Y en las primeras sesiones del grupo han quedado incorporados otros fautores del re�nacimiento ind�gena: Francisco Choquehuanca Ayulo, Dora Mayer de Zulen, Manuel Quiroga, Julio C. Tello, Rebeca Carri�n, Francisco Mosta�jo y nuestro gran pintor Jos� Sabogal. Faltan a�n varios m�s, entre otros C�sar Vallejo, Antenor Orrego, Enrique L�pez Alb�jar, V�ctor R. Haya de la Torre, Juli�n Palacios, Gamaliel Churata, Alejandro Peralta, Jorge Basadre, J. Eulogio Garrido. Pero lo que ha quedado formado es s�lo el n�cleo inicial que, poco a poco, reforzar� sus rangos con las dem�s personas que, en el actual periodo hist�rico, representan la causa del indio, en sus diversos aspectos. Yo me siendo particularmente honrado por mi incorporaci�n.

El Grupo Resurgimiento no aparece intempestivamente. Su constituci�n tiene su origen inmediato en la protesta provocada en el Cuzco por recientes denuncias de desmanes y crueldades del gamonalismo. Pero �sta es �nicamente la causa epis�dica, accidental. El proceso de gestaci�n del Grupo viene de m�s lejos. Se confunde con el del movimiento espiritual e ideol�gico suscitado por los que, partiendo de afines principios o comunes sentimientos, piensan, como ya una vez he dicho, que "el progreso del Pen� ser� ficticio, o por lo menos no ser� peruano, mientras no constituya la obra y no represente el bienestar de la masa peruana, que en sus cuatro quintas partes es ind�gena y campesina". 

Este movimiento anuncia y prepara una profunda transformaci�n nacional. Quienes lo consideran una artificial corriente literaria, que se agotar� en una declamaci�n pasajera, no perciben lo hondo de sus ra�ces ni lo universal de su savia. La literatura y la ideolog�a, el arte y el pensamiento nuevos, tienen en el Per�, dentro de la natural y conveniente variedad de temperamentos y personalidades, el mismo intimo acento sentimental. Se cumple un complejo fen�meno espiritual, que expresan distinta pero coherentemente la pintura de Sabogal y la poes�a de Vallejo, la interpretaci�n hist�rica de Valc�rcel y la especulaci�n filos�fica de Orrego, en todos los cuales se advierte un esp�ritu purgado de colonialismo intelectual y est�tico. Por los cuadros de Sabogal y Camilo Blas y los poe�mas de Vallejo y Peralta, circula la misma san�gre. En los ap�strofes de Valc�rcel, de Haya de la Torre y de Gamaliel Churata se encuentra id�ntico sentimiento. Los identifica hasta cierta entonaci�n mesi�nica.

Y el fen�meno nacional no se diferencia ni se desconecta, en su esp�ritu, del fen�meno mun�dial. Por el contrario, de �l recibe su fermento y su impulso. La levadura de las nuevas reivindicaciones indigenistas es la idea socialista, no como la hemos heredado instintivamente del extinto Inkario sino como la hemos aprendido de la civilizaci�n occidental, en cuya ciencia y en cuya t�cnica s�lo romanticismos utopistas pueden dejar de ver adquisiciones irrenunciables Y magnificas del hombre moderno.

De la presencia de un esp�ritu renovador pa�lingen�sico, que se nutre a la vez de sentimiento aut�ctono y de pensamiento universal, tenemos presentemente muchas se�ales. M�s o menos simult�neamente, han aparecido las revistas "AMAUTA" y "La Sierra" en Lima, "La Puna" en Ayaviri, "Pacha" en Arequipa (todas no traen el mismo verbo, pero todas quieren expresar la misma verdad); nos a mostrado Alejandro Peralta su libro "Ande" que nos se�ala como el poeta occidental, moderno, de los Andes "orientales" primitivos, hier�ticos; y se ha fundado en el Cuz�co el Grupo Resurgimiento que motiva este co�mentario.

Hace tres semanas -justamente cuando se constitu�a este Grupo- escrib�a yo en "Mun�dial" que, terminado y liquidado el experimen�to de la Asociaci�n Pro-Ind�gena, cuyo balance ha hecho con tanta lealtad su generosa animadora Dora Mayer de Zulen, las reivindicaciones de la raza hab�an entrado en una nueva fase y hab�an adquirido m�s amplio alcance, de modo que el antiguo m�todo "pro-ind�gena", de fondo humanitario y filantr�pico no era ya, absoluta�mente, v�lido.

Conforme a esta convicci�n, me parece evidente que el Grupo Resurgimiento, que llega a su debido tiempo, inicia una nueva experiencia, propia de la nueva situaci�n hist�rica. Hasta en el hecho de que la voz reivindicativa parta esta vez del Cuzco creo ver un s�mbolo. La sede l�gica de la Asociaci�n Pro-Ind�gena era Lima. La sede natural del Grupo Resurgimiento es el Cuzco.

Este grupo, con muy buen acuerdo, en su estatuto, que por lo dem�s hay que considerar s�lo como un boceto o un esquema, incompleto todav�a, no nos presenta un cuerpo de proposiciones definitivas sobre el problema ind�gena. Se limita a declarar su solidaridad espiritual y pr�ctica con el indio. Y declara que "mientras se concrete y defina la ideolog�a del nuevo indio, que debe operar su transformaci�n espiritual, enunciando y resolviendo el problema del resurgimiento ind�gena�, se ocupar� en la realizaci�n de fines inmediatos de defensa, educaci�n y confraternidad.


NOTA:

1 Publicado en "El Proceso del. Gamonalismo". Bolet�n de Defensa Ind�gena de "Amauta" N� 5, Lima, Enero de 1927, Con "La nueva cruzada pro-Ind�gena" dio comienzo J.C.M. al N� 1 de este Bolet�n (Incorporado despu�s a la Revista como secci�n eventual de "Panorama M�vil"), con esta nota de presentaci�n que dice as�:

"A partir de este n�mero, �Amauta� publicar� mensualmente un bolet�n de protesta Ind�gena, destinado a denunciar los cr�menes y abusos del gamonalismo y de sus agentes.

"Nuestro bolet�n se propone �nicamente la acusaci�n documentada de los desmanes contra los indios, con el do�ble prop�sito de iluminar la conciencia p�blica sobre la tragedia ind�gena y de aportar una nueva  serie de testimonios al juicio, al proceso del gamonalismo.

�los ind�genas que individual o colectivamente sufran un vejamen o una expoliaci�n, pueden hacerla conocer por medio de este bolet�n que facilit�ndoles un instrumento de denuncia p�blica, les permitir� conseguir, al menos, una sanci�n moral para sus expoliadores. Todas las denuncias deben venir garantizadas por las firmes de los interesados, legalizados notarialmente en los casos en que esto sea posible. La publicaci�n ser� gratuita.

�No nos encargamos absolutamente de gestiones ante las oficinas p�blicas. Nuestro objeto es documentar concreta�mente el Proceso contra los gamonales. Para esta labor can�tamos con el concurso entusiasta de nuestra estimada colaboradora Dora Mayer de Zulen y de los buenos sup�rstites de la extinta Asociaci�n Pro-Ind�gena". Nota de los Editores.