OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

EL ARTISTA Y LA EPOCA

  

 

TEATRO, "CINE" Y LITERATURA RUSA1

 

Singularmente interesante y animado es el panorama del teatro, cine y literatura actuales de Rusia que Alvarez del Vayo nos ofrece en la tercera parte de su nuevo libro.2 Alvarez del Vayo sabe seguir, con la misma atenci�n escrupulosa, el curso de una conferencia mundial, y las peripecias de una empresa art�stica o litera�ria. Y, en el fondo, se siente m�s a gusto en un club de artistas y escritores que en los pasillos de la Sociedad de las Naciones. Su criterio es�t�tico se ha formado en los centros m�s activos y refinados, en Berl�n, Munich, Zurich, Viena, etc. En materia de teatro y cine, particularmen�te, es un cr�tico excelente. Tienen, por esto, mu�cho valor sus notas sobre el vigoroso movimiento art�stico y literario de la URSS. La creaci�n ar�t�stica goza ah�, en todos los campos, de la pro�tecci�n de un Estado al que representa con suma autoridad un Ministro de Instrucci�n P�blica como Lunatcharsky, gran amador y aprecia�dor de las artes y las letras, tipo moderno y per�fecto de humanista y de cr�tico. Alvarez del Va�yo cita unas frases de defensa de la libertad de creaci�n art�stica, a prop�sito del teatro, que dan fe de la amplitud de esp�ritu de Lunatcharsky: �Las cosas han venido desarroll�ndose entre no�sotros en tal forma que el drama o la comedia de corte realista revolucionario han adquirido ex�cesiva supremac�a en el repertorio de nuestra escena. Y es evidente que dichas producciones no deben formar sino una parte del repertorio general. Querer construir exclusivamente el teatro sobre ese g�nero implica un burdo error. Hay que rebasar el simplismo con que suele juzgarse a los autores dram�ticos: �qu� es lo que nos traes?, �un drama revolucionario? Ya sab�amos que t� eras un buen ciudadano. Y al que no lo haga as� convertirle en blanco de acusaciones e insidias. Hay que acabar con semejante estre�chez dogm�tica, que siempre consideramos inadmisible en cuestiones de arte. Est� muy bien que el gallo se expansione al clarear el alba y salude la salida del sol. Pero no se va a pedir al ruise�or que ajuste sus c�nticos a los del ga�llo, por mucho que nos reconforte la briosa y en�rgica manera de ser del anunciador del nuevo d�a�.

El teatro y el cine prosperan magn�ficamente en la nueva Rusia. Eisenstein y Pudovkin se clasifican, por sus obras, entre los primeros re�gisseurs del mundo. En la Europa occidental, tan orgullosa y convicta de su superioridad, se dedica a la cinematograf�a rusa libros como el de Le�n Moussinac. Y aun a nuestra ciudad co�mo ayer Duvan Torzoff, llega con Iv�n el Terri�ble, una muestra, de segundo orden, del cine ruso. Y, si esta muestra secundaria re�ne cuali�dades tan asombrosas de belleza, no es dif�cil imaginar cu�l ser� el valor de las creaciones de mayor jerarqu�a. Entre Iv�n el Terrible, a pesar de ser una pel�cula de estupenda riqueza pl�stica y de brillante realizaci�n cinematogr�fica, y El acorazado Potemkin, Octubre o La l�nea general, tiene que mediar al menos la misma distancia que comprob� hace seis a�os entre el espect�culo de Duvan Torzoff y el de Der Blaue Vogel3 de Berl�n. Lo que no obsta para que Iv�n el Terrible valga m�s que una serie entera de las mejores producciones de Hollywood.

 


NOTAS:

1 Publicado en Mundial: Lima, 19 de Julio de 1929.

2 Tr�tase de La Senda Roja, obra a la que nos remite Jos� Carlos Mari�tegui en diversos art�culos y ensayos de La Escena Contempor�nea.

3 La Ola Azul.